De la prensa:
La situación en Panamá por la sequía es grave y crítica. En Las Tablas, por ejemplo, no se prevé que haya agua potable en el grifo para los días de Carnaval, por lo que el alcalde Noé Herrera, recomendó a los visitantes que cuiden la poca agua que tengan.
¡Pura gozadera!… En julio de 2015 futurodelagua.com dio un toque de atención sobre las repercusiones del fenómeno del Niño 2015-2016 en Panamá respecto a una sequía que ya dura 28 meses:
https://futurodelagua.com/2015/07/09/los-estragos-de-la-sequia-en-panama-hacia-un-plan-de-sequias/
Lean algo de lo que escribimos hace 7 meses, en plena temporada húmeda, que ya era seca:
Los expertos saben que hay sequías estructurales (embalses y acuíferos vacíos, aunque hoy esté lloviendo) y sequías climatológicas (no llueve). Cuando no hay infraestructuras de almacenamiento, podemos dejar de preocuparnos por el primer caso y tendremos agua solo cuando las precipitaciones son superiores al consumo. No estoy diciendo nada que no se sepa, solo preparando el terreno para ocuparme del caso de Panamá, país en el que todos mis encuestados me han respondido con un “no problem, my friend”.
Pues parece que sí hay problemas y en el horizonte aparecen. Y ya afectan hasta a los carnavales. En las cuencas gestionadas por la ACP, ante el reto inminente del incremento de consumo que supondrá el inicio de las operaciones del tercer juego de esclusas del canal, disponen de todos los datos y del conocimiento experto de la cuenca para la redacción de un plan de sequías que contemple todos los aspectos colaterales a una gestión eficiente del agua en el siglo XXI y las técnicas más adecuadas para resolver o minimizar en su caso los problemas que se están presentando y sin duda se van a presentar de manera recurrente. Ante el problema inminente, que es pasar lo mejor posible el verano, durante la temporada seca que amenaza como nunca las garantías de suministro, porque nunca hasta ahora había habido tanta demanda,se anuncian dos medidas “convencionales”:
- Analizar si es necesario aplicar restricciones al calado de buques.
- Instalar 8 nuevas bombas auxiliares, que serán utilizadas en las potabilizadoras que abastecen el Canal, en el caso de que el lago Gatún baje mucho su nivel.
Y una nada convencional:
- Estudiar si la siembra de nubes funciona en Panamá “para buscar nuevas fuentes de agua”.
También se anuncia que se unen fuerzas de todas las administraciones gestoras del agua en el país, para trabajar juntos: Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan), Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), Ministerio de Salud (Minsa) y ACP.
En las demás cuencas, gestionadas por el Idaan, se anuncian también medidas convencionales de emergencia:
- Campaña de perforación de pozos y nueva actuación para captar agua a menos nivel en las potabilizadoras (cuidado, porque cuanto más al fondo se bombea, peor calidad tiene el agua y más cuesta tratarla. Aunque es mejor que sea más cara antes que no tener, claro)
La cultura de la gestión del agua, sorprendentemente, sigue siendo convencional. No hay manera de abandonar las viejas creencias, aunque las situaciones sean nuevas. A pesar del machaqueo continuo de las terribles secuelas del calentamiento global, a pesar de las cumbres internacionales, del despertar de la conciencia ambiental en países en los que hasta hace poco no existía, de la evidencia del cóctel explosivo para la gestión del agua que combina la superpoblación con el aumento del nivel de vida, a pesar de las migraciones que la falta de agua de calidad también provoca, con el consiguiente aumento del desequilibrio en la gestión hídrica en los países receptores de refugiados…. se continúan enviando a la población, tanto desde los gestores del agua como desde los medios de información “mantras” del tipo “Panamá es un país con recurso hídrico en abundancia”, que poco ayudan a que los consumidores se animen a ahorrar. O mantras institucionales del tipo: las fuentes hídricas se han visto afectadas severamente en los últimos meses y por eso hay que buscar otras fuentes de agua. ¿Llegaremos hasta los icebergs de ambos polos buscando? ¿No es mejor mirar dentro antes de viajar tan lejos?
Por otro lado, los gestores públicos envían mensajes del tipo “Panamá tiene mucha agua y que es capaz de afrontar la sequía actual y eventos climáticos futuros. El problema está, en que del agua que se produce anualmente sólo se aprovecha el 25%”. ¿Y el 75% restante no se aprovecha? Creemos que sí y mucho: preservación de flora y fauna, alimento de agua dulce al mar, conservación de manglares, ahorro en depuración artificial por la depuración natural producida por caudales continuos…. Y si no, pregúntenle a los biólogos.
Hoy en día, el agua ya no sobra en ninguna parte. Ese, para nosotros, es el mensaje. Hay que usar cada gota como si fuera la última…siempre. Porque la cultura del “sobra agua” genera consecuencias como las que ya se están manifestando agudizadas por la sequía: la forma de gestionar la gran cantidad de hidroeléctricas que funcionan como si el recurso fuera infinito, comienzan a preocupara a la población y a los expertos.
Es urgente establecer cuanto antes un régimen de caudales ecológicos que permita la convivencia pacífica de una actividad generadora de energía limpia y renovable con la vida en un entorno de salud aceptable de los ríos aguas abajo de las represas. Toda el agua que entra en el embalse no puede ser siempre derivable a la turbina, dejando kilómetros de cauce seco hasta que el agua turbinada no retorna al cauce. Esta convivencia, fijando límites a la derivación para que el río siga vivo, es imprescindible. Y es posible. Se obtiene, por este orden escuchando conversando y calculando.
Por eso, desde futurodelagua.com no nos cansamos de repetir que lo primero que hay que hacer es conversar para avanzar hacia una nueva cultura de la cultura del agua. Una cultura que no tenga nada que ver con la vanidad y el autoengaño que conlleva el creerse dueño de la verdad absoluta. Todo lo que hace el ser humano ocurre en conversar, entrelazando lenguaje con emociones
Las culturas son modos de convivir humano, son redes de conversaciones. Una cultura se diferencia de otra en sus distintos modos de convivencia humana, sus distintas redes de conversaciones. Y una cultura se transforma en otra cuando cambia Ia red de conversaciones que Ia constituye y define.
Para ello hay que cambiar el paradigma de base, modificar el discurso tradicional. Si seguimos diciendo que el problema se soluciona buscando otras fuentes, seguiremos dependiendo “solo” de las lluvias para sobrevivir. Además de sembrar nubes, se podría comenzar la cosecha de la seducción y de la confianza, sembrando slogans incentivadores del ahorro, del tipo “el agua es de todos, también de los ecosistemas” o “aunque veas mucha agua, no sobra”, o “el agua no es cara, es costosa: no la derroches nunca, aunque sobre”. Sin un conocimiento universal de la población de lo que significa el agua para el país, de lo que significa el derroche y el despilfarro, no se ahorrará y sin ahorro ya se puede hacer llorar a las nubes. La mejor garantía de suministro es gastar lo justo y en lo que se debe gastar, cuidando el medio hídrico, porque un medio sano es un agua sana, es salud. Y cuanto más sano esté el medio, más barata saldrá el agua. Además de técnica y dinero, hay que introducir emoción y ética.
Para finalizar, unas líneas divulgativas sobre la solución “no convencional”, la panacea de la “siembra de nubes” que permite recuperar lo que la naturaleza no da (Quod natura non dat, Salmantica non præsta).
Ante todo, las soluciones de emergencia siempre deben ser bienvenidas. Esta también No sería la primera vez que se haga esto en la cuenca del canal, recordarán que ya que hace décadas se acudió a esa medida debido también a una sequía. Pero la planificación debe ir dejando estas soluciones sólo para cuando todo se ha hundido, para las auténticas emergencias.
La siembra de nubes es una manera de manipular el clima con el fin de cambiar la cantidad de precipitación a través de la dispersión de sustancias químicas. Algo habrá que hacer no solo para garantizar el paso de buques por las nuevas esclusas, para garantizar que el conector agua, conecte ambos océanos, sino también para abastecer las zonas agrícolas y ganaderas de la península de Azuero y otras áreas agrícolas y ganaderas del país, crónicamente afectadas por el déficit prolongado de precipitaciones, para tener energía eléctrica limpia y renovable, para tantos usos imprescindibles del país que necesitan agua todos los días del año…
Como resumen sintético, la siembra de nubes utiliza yoduro de plata y hielo seco, que es dióxido de carbono congelado. A veces también expande propano líquido en forma de gas. Los productos químicos suelen ser dispersados por aviones, helicópteros o por dispositivos de dispersión desde el suelo. Cuando se hace a través de un avión o helicóptero se enciende una bengala de yoduro de plata y mientras esta atraviesa la nube se dispersa. Si se hace con los dispositivos instalados en el suelo, las partículas finas se dispersan en dirección del viento y hacia arriba, mediante corrientes de aire ascendente.
El yoduro de plata puede provocar incapacidad temporal o daños residuales a los humanos y mamíferos, si la exposición es intensa o continua, aunque en principio no produce daños crónicos. Su impacto ambiental es insignificante.
Pros y contras de la siembra de nubes
- Provoca lluvia sobre zonas que necesitadas de agua.
- La lluvia provocada puede ayudar a disipar los niveles de contaminación de los grandes núcleos de población cuando éstos superan los valores considerados seguros para la vida humana.
- Ayuda a países subdesarrollados a mejorar su economía y a conjurar el problema del hambre, sobre todo en aquellos territorios donde la sequía y la falta de agua suponen un problema enormemente frecuente. Con este método, se podría cultivar en zonas en las que es imposible hacerlo de forma natural y alimentar así a miles de personas que actualmente se encuentran pasando hambre en lugares del mundo donde el agua es el mayor lujo que se puede comprar.
- Permite que zonas que actualmente son inhabitables por secas, puedan habitarse, pudiendo solucionarse así algunos problemas vinculados a la superpoblación de urbes ubicadas en zonas donde el agua escasea.
- Da nuevas oportunidades económicas a países en desarrollo vinculadas al cultivo y tratamiento de materias primas naturales, una opción que sería imposible de contemplar sin la utilización de esta técnica.
Veamos los inconvenientes:
- El uso de elementos químicos artificiales puede tener consecuencias negativas para las plantas, los animales y las personas que se vean afectadas por la lluvia provocada de esta manera. Al ser una técnica relativamente novedosa, todavía queda mucho por estudiar en torno a los efectos que tienen a largo plazo los productos utilizados, pese a que las primeras investigaciones indican que los aditivos químicos usados no causan daño alguno en los seres vivos. Sin embargo, esta sigue siendo la principal preocupación de los expertos y el argumento más importante que utilizan las personas contrarias a la siembra de nubes para tratar de impedir su puesta en práctica.
- Provocar lluvia en lugares que no están naturalmente concebidos para soportarla en gran cantidad puede acabar provocando desequilibrios naturales e importantes problemas para los animales y plantas acostumbrados a los ecosistemas en los que se quiere utilizar esta técnica.
- Aún es enormemente caro de poner en práctica, por lo que no estaría al alcance de los países y territorios que más lo necesitan.
Esperamos con impaciencia los resultados del estudio de la ACP y las decisiones de ellos derivadas. Pero también con elevado interés las conclusiones del plan de sequías, de la planificación de las secas, indicando según el nivel alcanzado por los embalses en cada momento de la sequía, qué actividades se restringen y qué actividades son servidas por aguas subterráneas de apoyo o directamente reutilizadas, destinadas a un riego de cultivos adecuados al entorno climático y eficiente con redes que no pierden y técnicas de riego no derrochadoras de agua. Y publicando los resultados de las campañas de ahorro doméstico, para que la ciudadanía conozca cuanto gasta cada habitante en su domicilio cada día y no baje la guardia y recupere hábitos derrochadores en temporadas húmedas normales. Mientras conocemos estos avances, seguiremos abogando por el cambio de paradigma de base en el discurso tradicional de la gestión del agua, por la pronta arribada del discurso de la seducción. Porque si no, seguiremos serrando con fruición la rama donde estamos sentados.
Restricciones de agua en Las Tablas en carnaval… si el carnaval representa una fiesta, creada conscientemente para abolir el orden establecido, y de ese modo liberar lastre, creando condiciones propicias para poder dejar atrás aquellos condicionamientos que nos hemos fijado en nuestra psique y que nada tienen que ver con nuestra verdadera naturaleza… aprovechemos estas fechas para liberarnos del orden establecido en el discurso de la gestión del agua y generar otro que nos permita avanzar en el camino del Conocimiento.
En la Cábala, a ese caos carnavalesco se le llama plano de Yetsirah, en el que se dice que uno debe perderse para encontrarse. Se trata de la necesidad de volver al caos primigenio, o lo que es lo mismo, de la posibilidad de renacer a un nuevo y superior estado de conciencia acuática. Ese punto de vista sobre las cosas es el que hace que una fiesta folklórica y profana se convierta en un símbolo sagrado, y revelador para aquel que logra despertar su significado, aunque éste pueda seguir siendo totalmente desconocido incluso para quien participa de tales festejos. Pues eso, cultura del agua, carnaval y siembra de nubes. Pásenlo bien, es pura gozadera…
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