¿Tiene futuro la calidad del agua en el mundo?


El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), ha publicado un exhaustivo e interesante informe que pretende proyectar nítidamente en nuestra mente una instantánea del estado de la calidad del agua en el mundo de hoy. Como el informe procede de la ONU, es lógico que su argumentario se base en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada el año pasado por su Asamblea General y en la que se define  un plan de acción para dar apoyo a las personas, el planeta y la prosperidad y que  se pretenda fortalecer la paz mundial y el acceso a la justicia. Los estados miembros aprobaron una resolución en la que reconocen que el mayor desafío del mundo actual es la erradicación de la pobreza y afirman que sin lograrla no puede haber desarrollo sostenible.

Para asumir este reto, la Agenda 2030 plantea 17 objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental. De ellos, el sexto está dedicado a garantizar la disponibilidad de agua, su gestión sostenible y el saneamiento universal. Creemos interesante enumerar los datos de partida para solucionar el problema actual:

  • En los últimos 15 años, 2.600 millones de personas han accedido al abastecimiento mediante redes adecuadas… pero 663 millones todavía carecen de dicho acceso
  • Casi 2.000 millones de personas se abastecen de agua contaminada con materia fecal y 2.400 millones de personas carecen de acceso a servicios básicos de saneamiento
  • Más del 40% de la población mundial carece de acceso al agua y casi 2.000 millones de personas viven en cuencas cuya extracción para consumo es superior a la recarga
  • Más del 80% de las aguas residuales resultantes de las actividades humanas se vierte al medio sin eliminar los contaminantes
  • La energía hidroeléctrica es la fuente de energía renovable más importante y más utilizada y, en 2011, representó el 16% de la producción total de electricidad en el mundo
  • Aproximadamente el 70% del agua extraída de los ríos, lagos y acuíferos se utiliza para el riego
  • El 70% de las muertes causadas por desastres naturales se deben a las inundaciones y los desastres relacionados con el agua

Ante tal presente del agua, es evidente que nos enfrentamos a un reto importante que superar porque la escasez de recursos, su mala calidad y el saneamiento inadecuado afectan gravemente a la seguridad alimentaria, a las posibilidades de sobrevivir y a las oportunidades de educación para los más desfavorecidos. Además, la sequía afecta a muchos de los países más pobres del mundo, provoca hambrunas y esparce la desnutrición. Por último en el año 2050, una de cada cuatro personas vivirá en un país afectado por estrés hídrico crónico  y reiterado.

Hay que accionar, lo que siempre es mejor que preocuparse,  y por lo tanto hay que plantear una estrategia que ponga precio y dote de un calendario estricto a las actuaciones a acometer  para conseguir los objetivos. Si no se hace así, el reto se diluirá en un sueño y los sueños pocas veces (o ninguna) se hacen realidad.

Pues bien, PNUMA ha diseñado una estrategia que regirá los programas de desarrollo mundiales durante los próximos 15 años, afortunadamente adoptada por los Estados, que se comprometieron a movilizar los medios necesarios para su implementación mediante alianzas dirigidas a abordar de una vez por todas las necesidades de los más pobres y vulnerables.

Como sabemos, para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y concretamente con los que afectan a la salud, seguridad alimentaria y seguridad del agua, tiene que haber un recurso suficiente en cantidad y de adecuada calidad. Y no lo hay, porque la contaminación del agua ha ido empeorando en la mayoría de los ríos de Hispanoamérica, África y Asia.

Tanto, que la contaminación patógena severa ya afecta a casi un tercio de estos cauces, sea porque se bebe su agua contaminada o por el riesgo latente para cientos de millones de personas de contraer enfermedades por contacto con aguas superficiales contaminadas al bañarse, hacer la colada u otra actividad doméstica relacionada. Si nos fijamos en la contaminación orgánica severa, el resultado no es mejor, pues afecta a cerca de un séptimo de todos los cauces citados, lo que supone una enorme afección a  la salud piscícola y por extensión directa  a la seguridad alimenticia y la subsistencia de los pescadores.

Si observamos el ámbito agrícola, el regadío, y los usos industriales, no encontramos tampoco nada halagüeño, pues la contaminación salobre severa y moderada afecta a cerca de un décimo de todos los tramos de río antes mencionados.

¿Por qué este aumento de contaminación?  Nuestros lectores ya lo intuyen: Por el crecimiento   de la población, el aumento de la actividad económica, la intensificación y expansión de la agricultura, y un cada vez mayor número de vertidos con escaso o nulo tratamiento a redes de saneamiento.

Pocas veces caemos en la cuenta de que esta contaminación no afecta por igual a todas las personas expuestas a ella, sino que, en los países pobres o en vías de desarrollo hay grupos de riesgo más vulnerables al deterioro de la calidad del agua. Las mujeres son las primeras, a causa de su mayor y más frecuente uso de las aguas superficiales para actividades domésticas. Después vienen los niños, porque en los países cálidos se bañan con frecuencia en ríos y lagos y porque son los responsables de ir a buscar y traer a casa el agua nuestra de cada día. Y en tercer lugar los campesinos y pescadores más pobres que consumen pescado como fuente importante de proteína o dependen de la pesca de agua dulce para subsistir.

No todo es negativo en el escenario dibujado hasta ahora : si bien los datos actuales demuestran que la carga contaminante tiende a aumentar en los tres continentes emergentes, también es cierto que al haber tantos ríos y tanta agua, todavía la mayoría de esos ríos goza de buen estado ecológico. Es decir, que aún se está  a tiempo de revertir la situación si se coordinan los proveedores de las mejores técnicas disponibles con los gobernantes y forman un equipo cohesionado y animoso. Afortunadamente, las mejores técnicas disponibles de hoy son infinitamente mejores que las disponibles cuando los países más avanzados tuvieron que enfrentarse a este problema. Y además ahora podemos contar con sus experiencias para aplicarlas a solucionar los temas más complicados.

La recogida de datos en continuo y su evaluación, más conocida como monitorización, permite conocer la calidad del agua y su evolución a lo largo del tiempo. Esta es la mejor herramienta para saber qué pasa, dónde pasa y por qué pasa  y con estos datos, poder definir y acometer las acciones que solucionen los problemas detectados. Claro que no es sencillo en países pobres, porque sus redes actuales dejan mucho que desear

En África solo se dispone de la centésima parte de las estaciones de medición de la calidad el agua que pueden encontrarse en la mayoría de los lugares del primer mundo. Por ello, este es uno de los campos de actuación más urgentes: hay que extender las redes y hacerlas funcionar mediante su adecuado mantenimiento: eso es lo que pretende el programa internacional del PNUMA “Sistema Mundial de Vigilancia del Medio Ambiente/Programa del Agua” (SIMUVIMA/ Agua), que supone una importantísima contribución para la prestación de asistencia a los países para la vigilancia de la calidad del agua y su vinculación con la cantidad disponible para consumo humano y para el funcionamiento de los ecosistemas. SIMUVIMA/Agua permitirá hasta el año 2030, ampliar la cooperación internacional y el apoyo prestado a los países en desarrollo para darles la capacidad necesaria en actividades y programas relativos al agua y el saneamiento:  los relativos a la captación de agua, a su desalinización, al uso eficiente de los recursos hídricos, al tratamiento de aguas residuales y al reciclado y tecnologías de reutilización, evaluando en qué lugares la calidad del agua es inadecuada o se encuentra en riesgo e incorporando la necesidad de usar y tener agua de buena calidad al concepto de seguridad del agua.

Con estos datos, se han estimado los cambios a acometer entre 1990 y 2010 en los parámetros clave de los ríos que reflejan la contaminación patógena (bacteria coliforme fecal), la contaminación orgánica (demanda bioquímica de oxígeno; DBO), y la contaminación salina (total de sólidos disueltos; TDS).

Y los resultados son los siguientes:

  • El nivel de contaminación patógena y orgánica empeoró en más del 50 por ciento de los tramos de río en los tres continentes, mientras que la contaminación salina empeoró en casi un tercio . Este empeoramiento genera especial preocupación en un subgrupo de estos tramos de río en los que la contaminación del agua ha alcanzado un nivel severo, o ya se encontraba en un nivel severo en 1990 y en 2010 se ha encontrado peor. La contaminación patógena severa ya afecta a cerca de un tercio de todos los tramos de río de Hispanoamérica, África y Asia. A esta áreas se las puede considerar puntos críticos.
  • El número de habitantes de zonas rurales cuya salud corre peligro a causa del  contacto continuado con aguas superficiales contaminadas puede llegar a los cientos de millones en estos continentes. Entre los grupos más vulnerables se encuentran mujeres y niños. Se estima que la contaminación patógena severa (en la que las concentraciones mensuales en el agua de la bacteria coliforme fecal son de > 1000 cfu/100ml4 ) afecta a cerca de un cuarto de los tramos de río de Hispanoamérica, a entre un 10 a un 25 por ciento de los tramos de río de África y a cerca de un tercio y la mitad de los tramos de río de Asia.
  • El alcance de la contaminación patógena parece ser mayor en Asia. Considerando la fracción de población rural que tiene probabilidades de entrar en contacto con aguas superficiales, se estima que aproximadamente entre 8 y 25 millones de personas se encuentran en riesgo en Hispanoamérica, entre 32 y 164 millones en África, y entre 31 y 134 millones en Asia.
  • Si no se hubiesen construido redes de saneamiento, las concentraciones de coliforme fecal en los ríos de África en 2010 podrían haber sido una cuarta parte menores porque el efecto de estas redes es por un lado la mejora de la contaminación de los suelos y acuíferos que antes recibían el vertido y por otro , el vertido concentrado en ríos, lagos y mar de los efluentes contaminados que las redes transportan hasta su vertido final en el medio. La solución no es construir menos redes, sino tratar las aguas residuales que éstas recogen.
  • La contaminación orgánica es causada por el depósito de grandes cantidades de compuestos orgánicos degradables en las masas de agua superficiales. La descomposición de estos compuestos normalmente conlleva una grave reducción de los recursos de oxígeno disuelto de un río de los que dependen peces y otra fauna acuática. Pero la pesca de agua dulce es la sexta fuente más importante de proteína animal, que en algunos países en vías de desarrollo proporciona más de 50 % de la proteína animal producida en el país. Además, da empleo a 21 millones de pescadores y genera 38,5 millones de empleos relacionados, casi todos ellos en pequeñas empresas pesqueras, casi siempre a personas pobres, de las cuales más de la mitad son mujeres.
  • Al menos un 10% de estas masas de agua tienen la probabilidad de presentar niveles de patógenos como indica un alto nivel de bacteria coliforme fecal, lo que implica que las personas que entran en contacto con estas aguas están expuestas a un alto riesgo a la salud.
  • Las cargas antropogénicas de nutrientes en lagos importantes son significativas y podrían causar o empeorar la eutrofización en estos lagos. Las tendencias de estas cargas son diferentes en diversas partes del mundo. La eutrofización es la fertilización excesiva de lagos y otros cuerpos de agua que conlleva una alteración de sus procesos naturales y está normalmente causada por cargas antropogénicas de fósforo, aunque las cargas de nitrógeno también se encuentran implicadas. Más de la mitad de las cargas totales de fósforo en 23 de 25 lagos importantes de todo el mundo procede de fuentes antropogénicas. En comparación, dichas cargas están disminuyendo en América del Norte y Europa debido a la implementación de medidas efectivas de reducción de fósforo. La causa inmediata del aumento de la contaminación del agua es el crecimiento de las cargas de aguas residuales en ríos y lagos. Las fuentes actuales de contaminación más importantes varían de contaminante en contaminante.
  • Si la mayor fuente de contaminación patógena (cargas de bacteria coliforme fecal) en Hispanoamérica son las aguas residuales domésticas de alcantarillas, en África son los residuos domésticos sin alcantarillado, y en Asia son las aguas residuales domésticas de alcantarillas seguidas de cerca por los residuos domésticos sin vertido  a una red de saneamiento.
  • Muchos tramos aún no han sido contaminados: Entre la mitad y dos tercios de todos los tramos de río en los continentes estudiados, tienen un nivel bajo de contaminación patógena, más de tres cuartos tienen un nivel bajo de contaminación orgánica, y cerca de nueve décimos tienen baja contaminación salina. Aún es posible evitar que estos tramos limpios de río sean altamente contaminados. También es posible comenzar a restablecer la calidad de los tramos de río que ya se encuentran contaminados. Se pueden y de deben realizar muchas acciones para evitar el aumento de la contaminación y recuperar las aguas dulces contaminadas:

Conociendo este panorama, ¿qué acciones son esas?:

  • Prevenir la contaminación en origen, evitando los vertidos contaminantes al medio, mediante su tratamiento adecuado
  • Reutilizar las aguas residuales para el regadío y restaurar reforestando para reducir la erosión de las cuencas y consiguientemente el transporte de sedimentos
  • Producir limpio en la industria; crear humedales artificiales; conseguir el vertido cero de efluentes; pagar por mantener las cabeceras de las cuencas en buen estado de forestación
  • Huir de un solo modelo de solución, implementando diversas soluciones técnicas a medida de cada cuenca, intercambiables entre cuencas de similares características
  • Evitar la fragmentación de la autoridad dentro de una cuenca; formar técnicos de calidad, adecuados a las nuevas exigencias; seducir al usuario mediante campañas públicas de educación hídrica.
  • Establecer Planes de Acción, consensuados por todos los actores de una cuenca, estimulando la formación de equipos y comisiones internacionales de gestión de cuencas transfronterizas. Vean los ejemplos de cooperación que  ya son una  realidad en la cuenca del Elba (que se extiende por cuatro países, Alemania , la República Checa, Austria  y Polonia) y en la cuenca del Volta (Burkina Faso, Costa de Marfil y Ghana)

En resumen, cualquier actuación tendente a proteger la calidad del agua  estará inmersa desde el principio en una idea global de sostenibilidad y deberá ser una herramienta más para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El futurodelagua pasa por la vinculación indispensable de los objetivos para conseguir y mantener la calidad del recurso con los demás objetivos de la Agenda Post 2015 y los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Lorenzo Correa

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