Las olas del mar poseen un poder creativo maravilloso. Hoy el poeta revisita Cadaqués y ve cómo han ido esculpiendo bellas formas en la costa bravía a lo largo del tiempo. En su proceso natural de erosión y sedimentación, han construido paisajes costeros espectaculares y únicos en todo el mundo. Y por fortuna, hay que agradecérselo a su abrazo incesante de la costa
Admira el vate las olas capaces de haber dado forma a acantilados y formaciones rocosas. Porque con su abrazo incesante han erosionado suavemente las rocas costeras, creando acantilados impresionantes y formaciones rocosas intrigantes. También se advierten capas de colores diferentes, que muestran patrones interesantes y constituyen hábitats ideales, tanto para para diversas formas de vida marina como para aves.
Además, en las zonas donde las olas erosionan rocas más suaves o menos resistentes, podemos observar arcos naturales y ventanas en los acantilados costeros. Son mordiscos en las rocas visualmente impresionantes. Y se han formado a lo largo de miles de años de acción constante de las ola
El abrazo incesante de las olas también puede crear cuevas y grutas donde el agua y la erosión dan forma a espacios subterráneos. Y algunas de estas cuevas pueden ser accesibles desde el mar y ofrecer experiencias de exploración únicas.
Pero hay más. La acción constante de las olas pule y redondear cantos rodados y guijarros, creando playas con superficies de piedras suaves y coloridas. Son playas con un atractivo visual único. Lugares ideales para pasear y recoger pequeñas esculturas yacentes en la arena.
La interacción entre las olas, las rocas, los sedimentos y otros factores ambientales crea un proceso de escultura natural que produce paisajes costeros extraordinarios. Y, de vez en cuando , un poema.

Lorenzo Correa
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