21.000 M€ cuesta la transición hídrica en Cataluña


Se presenta el Documento “Cataluña 2050. Bases para la transición hídrica” del Observatorio Intercolegial del Agua

Una de estas tardes decembrinas, asistimos con interés y apasionamiento a la presentación del completo dossier que el Observatorio Intercolegial del Agua de Cataluña presentó en el colegio de Ingenieros Industriales de Barcelona. Importante asistencia (eran todos los que estaban), encabezada por la flamante Directora General de Transición Hídrica de la Consejería de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica de la Generalidad. 

Como comprobarán, en un solo párrafo, el concepto de transición produce un efecto casi oximorónico. Porque como recordarán, significa “acción y efecto de pasar de un modo de ser o estar a otro distinto”. ¿Se puede ser o  estar de una manera distinta con el agua? En la clausura, el orador nos recordó que el concepto sanitario del “One health” se podría trasladar al agua acuñando el de ”One water”. La misma para todos y para todo. En este caso, con el horizonte 2050 como hito del futuro del agua transicionada.

Se presentó un elaboradísimo y completo dossier de 55 páginas. Muy trabajado por los 40 ingenieros y economistas que componen los grupos de trabajo del Observatorio. En él la llamada interconexión mallada de las cuencas del Ebro  y del Ter-Llobregat no aparece hasta la página 37. Nos alegra encontrarlo aunque sea en tan lejana página. Porque somos, como hemos manifestado aquí en prosa y en verso, firmes defensores de esa solución. La mejor por barata y solidaria para resolver en buena parte (no en toda,) el futuro del agua de Cataluña. Lo malo es que no aparece en la planificación hidrológica

Las páginas anteriores están ocupadas por las medidas previstas y planificadas por el gobierno catalán,  enumeradas en su intervención inaugural del acto por parte de su máxima autoridad hídrica. 

En síntesis, el documento de bases apuesta para el año horizonte 2050 por desalinizar, regenerar, conectar redes y descontaminar acuíferos mediante: 

  • Construcción  y ampliación de las desalinizadoras de Besòs,Cunit y Ampurdán, Llobregat (2) y Tordera. Se dispondrá (si el tiempo lo permite y la autoridad no lo impide) de un parque de seis plantas productoras de 360 hm³ anuales de aguas marinas, con una inversión de 1.000 M €
  • Potenciación de la regeneración de la producción de agua regenerada cerca de la costa, pasando de los 80 hm³ que ya se regeneran hoy a los 427 hm³ en 2050. Con un coste estimado de 500 M€ y el objetivo de verter 0 hm³ de agua depurada al mar.
  • Mejoras en las EDAR para adecuarlas a la nueva directiva europea y llegar a tratamientos cuaternarios. Inversión prevista superior a los 1.100 M€
  • Aumentar  la capacidad de almacenamiento en acuíferos de las cuencas internas de Cataluña en 1000 hm³  y en la cuencas catalanas del Ebro en 400 hm³.  Con un coste de 200 M € 
  • Interconectar las ya citadas cuencas del Ebro y el Ter Llobregat, esta con las de Gerona. La nueva autopista del agua creada conectarla también con la comarca del Priorato y a través del canal Segarra Garrigues y con los embalses de Siurana y Riudecañas. En este caso el coste previsto sería de 600 M€.
  • Incrementar en 465 hm³ los caudales anuales de mantenimiento de los cauces de las cuencas internas de Cataluña en 888 hm³ en el caso de los cauces de las cuencas catalanas del Ebro. Y en casi 10.000 hm³ los del propio río Ebro en su tramo catalán. Con 300M € destinados al efecto
  • Inversiones en modernización de regadíos cercanas a los 4.000 M€ en el caso de los canales. Y superiores a 1000€  para la tecnificación de riegos en el interior de las fincas 
  • Actuaciones de mejora de la estanqueidad de las redes de distribución urbanas que ascienden a más de 12.000 M€

A todas estas medidas se añade se añade 300 M € en inversiones de renaturalización de cauces. 10 M € en su mantenimiento, medidas agroforestales inversiones en digitalización y en investigación. Con todo ello las necesidades financieras de esta transición hídrica ascenderán a una cifra cercana a los 22.000 M€

Este es el resumen de un trabajado documento que parte de la base de dos certezas inamovibles .

Una es la de que las sequías  y las inundaciones serán cada vez más intensas y recurrentes en Cataluña. La otra es el ya famoso mantra de que a partir de ahora el agua ya no va a caer del cielo.

Y el objetivo final es garantizar a la población catalana prevista  de diez millones de habitantes en el año 2050 la satisfacción de una demanda de agua cercana a los 5000 hm³  para todos los usos manteniendo las demandas ambientales de los ríos  y el resto de las masas de agua.

Para poderlo conseguir se necesitará una nueva gobernanza del agua con nuevas estructuras. Siendo una de las claves, aparte de las necesarias modificaciones legislativas (la implorada ley de transición hídrica), una coordinación perfecta de la administración del agua de Cataluña con la Confederación Hidrográfica del Ebro.

El lema elegido para los próximos 25 años es el de «Cataluña: UNA SOLA AGUA, UN SOLO PAÍS Y UNA SOLA CUENCA«. Para disponer del 70% de agua fabricada para dar de beber al sediento y de comer al hambriento.

Dejando de ser récord mundial en riego por inundación y de expulsar el agua de las zonas urbanizadas por la impermeabilización del territorio 

Examinadas las claves del documento lo primero que se nos ocurre es pensar en cómo se va a pagar este desideratum regenerativo de las aguas con alguna ayuda de las trasvasadas. 

La segunda ocurrencia que es una de nuestras principales preocupaciones es la de desarrollar algo que no vimos incluido ni en el primer documento de la intercolegial presentado hace un año. Ni en él, que se extendía en la interconexión,  ni en este de ahora.  

Ese algo es, como nuestros lectores más fieles habrán adivinado el de la imprescindible gestión seductora para conseguir que todo lo aquí expuesto sea además de económicamente viable y técnicamente factible socialmente aceptable. En ese sentido, en la presentación ya se dejó clara la necesidad de llegar lo antes posible a un pacto social del agua.

Para empezar a negociarlo, también se amplió el viejo lema de que “quien contamina paga” con un “y quien consume también debe pagar”. ¿Cuánto? 

Para empezar, el Área Metropolitana de Barcelona ya ha anunciado una nueva subida de tarifas del agua para 2025. El argumento esgrimido, evidente tras lo aquí expuesto, no es otro que el de poder hacer frente a los incrementos presupuestarios derivados de las inversiones ordinarias de mantenimiento y gestión de la red y a los que exigen las inversiones extraordinarias derivadas de las medidas adoptadas por la Agencia Catalana del Agua en su planificación hidrológica. Paralelamente , se prevé la construcción de 230.000 nuevas viviendas en el Área Metropolitana de Barcelona . ¿Estarán todas situadas fuera de zona inundable?

Con las medidas previstas se busca enjugar el déficit actual de 200 hm³/ año. Pero lo que queda de aquí a 2050, habrá que pagarlo también, porque los consumidores, pagan, ya lo saben. Al menos ya está claro lo que se va a consumir. Agua fabricada que no cae del cielo. ¿Será esta una buena base de partida para el pacto social de Cataluña?

Como era de esperar las preguntas del auditorio fueron suculentas. Los ponentes las respondieron alegando que el documento estaba abierto a nuevas aportaciones. Porque un erudito oyente señaló que para disponer de la energía que tan magno proyecto necesita habrá que tejer una red de Centrales Hidroeléctricas Reversibles, integradora de un sistema coherente de embalses de vasos altos y bajos. Esta solución no está contemplada en el documento, así que, si se contempla, que creemos que debería, exigirá algo difícil de aceptar en el solicitado Pacto Social. Construir más embalses o balsas. Y hacer trasvases reversibles. Y si no, adiós “cero neto”.

Otro asistente deslizó la teoría del  agravio territorial. Porque, comentó, si el agua del Ebro va a Gerona, también la querrán en Murcia. Uff, otro escollo “social”. Por fortuna para los que tenían que responder (o no), nadie más entre los asistentes tomó la palabra para defender a las tierras donantes del sur o del norte de Cataluña.

En fin, que lo del pacto social de un agua cada vez más cara que no solo se genera, sino que también se mueve, queda para otra sesión. Que esperemos sea convocada pronto con el tema monográfico de la seducción en la gestión. 

Salimos del acto recordando que hace ya 11 años, Silvia Coll escribió un magnífico y documentado artículo, ganador del concurso de blogs del portal  iAgua. Su título «Jugando al póker con la planificación«

Al rememorarlo, primero queremos felicitar a los 40 autores del dossier. Y celebramos que los organizadores consiguieran la asistencia de la Suprema auctoritas del ramo. Sin embargo, siguiendo la recomendación del principal speaker, queremos, como el Observatorio, ser críticos constructivos.
Porque nos parece que se sigue jugando al póker en en la penumbra. Con una baraja gastada y muy deteriorada, con jugadores sin rostro. Y es que, alabando de nuevo a quienes enseñan el suyo en el caso que nos ocupa, poco hacemos para avanzar en la generación de confianza. ¿Sabemos hacia donde va la partida en Cataluña?

 La certera frase de Silvia Coll “…alguien está jugando con el agua y su propósito nada tiene que ver con ella. El agua es solo su instrumento”, nos da mucho que pensar. Hoy, gestionar el agua es una labor de ejercicio de poder y de convencimiento. Pero convencer es solo aplazar un conflicto y eso es lo que nos viene pasando con la gestión del agua convencional y sus nuevas y viejas culturas del convencimiento. Por eso, nosotros abogamos por la seducción generadora de confianza. Es el mejor pegamento para que el agua nos una.

Notemos que el agua es,en muchas ocasiones «molesta», porque en la vida no todo son dádivas, (dar y recibir son dos caras de la misma moneda). Traerla a casa (recibirla), supone “molestias” y sacarla de allí, todavía más. La tenemos en las casas luchando contra los elementos contra la “Ananké”, madre de las Moiras y de Adrastea, encarnación del destino, diosa de la necesidad.

Y siempre, no sabemos si ahora también, estamos acostumbrados en Cataluña a oír o leer que desde la administración del agua se informa de que el Estado y/o la Generalitat no tienen dinero para pagar los programas de medidas necesarias de los planes hidrológicos de cuenca para cumplir con una interpretación de objetivos ambiciosa de la directiva marco del agua europea.

No deja de fomentarse la desunión, también con el agua como pretexto. El problema es que «la gente» se crea que la adoptada es la solución más barata y eficiente,  sepa quién paga y cómo se reparten solidariamente las cargas económicas. Si no, tendrán claro que seguirán sufriendo las molestias de no tener una solución adecuada que respete su libertad y la de todos.

A los que se sienten molestos con el agua, habrá que seducirlos también. Argumentando con donaire que administrar bien el agua es la clave para que no nos moleste más de la cuenta. Que no es “escasa y cara”, sino que es “costosa” y debemos confiar en ella, para que ella confíe en nosotros.

Estamos acostumbrados a que el objetivo sea el de convencer. Y así solo se anula la posibilidad de escuchar y se genera tal presión que la única salida es la del resentimiento y la desunión. 

¿Han observado cuánto resentimiento se desprende de leer u oír a algunos de los que hablan desde sobre agua? Agua que desune.  Creemos que se debe a que la manipulación significa utilizar la relación con otro de una manera que lo que suceda en cada momento le sirva o tiene ventajas para él.

No debemos olvidar que nuestras culturas del agua son emocionales por relacionales, porque las relaciones humanas se ordenan desde la emoción. Y se basan en el modelo de cultura que produce entre otras lindezas ese penduleo entre el espasmo y el marasmo tan característico de las aguas ibéricas.

Las ideologías políticas (la política hidráulica) y religiosas (la religión de la vuelta al estado prístino), se fundamentan en la apropiación de la verdad, y por ello son fuentes de negación de los que no comparten la misma creencia. No admiten la conversación. Las soluciones generalistas, bienintencionadas y plausibles sólo retardan los cambios estructurales necesarios. Esfuerzo común, responsabilidad individual, arrimar el hombro, lucha personal, coraje, emoción en la relación, ejemplo… . 

Deseamos el advenimiento de la confianza como fundamento de la convivencia social. Confianza entendida como la actitud en la que nos encontramos en una relación sin preguntarnos por su legitimidad, que aceptamos de partida. Solo así se llegará al pacto social deseado.

Mientras tanto, ya dirán los lectores si les CONVENCE o les SEDUCE o les produce dudas el documento.

Lorenzo Correa

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