Desde el pasado día 28 de abril, todo el mundo habla del día en que se fue la luz y temimos por si no volvía. Tanto, que al poeta se le ha ocurrido condensar todo lo que ha escuchado y leído con enjundia (no creas, lector, que ha sido mucho) y poner en verso el apagón en un soneto.

Entre las cosas que más le ha gustado leer al poeta, está un artículo escrito por un eximio ingeniero de caminos, veterano, experto y gran persona. Mi admirado amigo ( o eso creo), Carlos Chica Moreu. Les dejo aquí el citado artículo porque vale la pena leerlo. Porque a mí, por ejemplo, me ha animado a resumir el apagón en un soneto.

Carlos escribe sobre algo tan prosaico como útil, las centrales síncronas, como son las hidroeléctricas, los grupos combinados de gas y las nucleares. Ellas producen energía mediante grandes turbinas y alternadores, que dan inercia al sistema eléctrico. Giran y giran y de su murmullo incesante y repetitivo, extraigo la música que acompaña a los versos del apagón. En un soneto que se inicia cuando, juso antes del cero absoluto, las tecnologías dominantes eran la hidráulica síncrona 1.232 GW (8,9 %), y las asíncronas eólica 2.142 GW (15,47 %) y solar 7.844 GW (56,66 %).

Y que acaba cantando a una de las dos tecnologías que ayudaron más a levantar el sistema. La hidráulica, de rápida respuesta y enorme flexibilidad, poéticamente síncrona. Gracias a sus centrales hidroeléctricas y reversibles, ocho horas después del apagón, cubría el 35,73 % (5.544 GW) de la demanda.

Como para no componerle un soneto. Menos mal que el agua sí que cae del cielo y se almacena en los embalses. Lo relata, explica y argumenta muy bien Carlos Chica y gracias a ello, resumo yo aquí el apagón, en un soneto.

Lorenzo Correa

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