De Panamá a Lyon: Víctor Hugo, la deconstrucción del Ródano y el drenaje urbano


Si el año que acaba de terminar comenzó en nuestro blog con un tratamiento intensivo de las repercusiones de la “sequía del Niño” en Norte y Centroamérica, con una dedicación intensa a sus repercusiones en Panamá, felizmente superadas al finalizar 2016 con los embalses llenos,  queremos iniciar este 2017 tratando sobre la problemática de la deconstrucción de todo lo que se hizo en cuencas y ciudades para incrementar el progreso y que ahora debe modificarse serena y seductoramente para adaptarlo a las exigencias de la sociedad y de lo que ahora se considera progreso. Recuperación de riberas, caudales ecológicos, laminación natural de avenidas, gestión de sedimentos en los ríos, drenaje urbano no contaminante…los nuevos retos del siglo XXI, el futurodelagua que nos espera.

Inundación urbana rima con impermeabilización cercana a las zonas que se inundan, a los espacios fluviales. Y deconstruir lo urbanizado e impermeabilizado no es sencillo. Pero como este blog va de decostrucción y de poesía, que rima con seducción y con empatía, expongamos hoy buenas prácticas y experiencias que se llevan a cabo para luchar contra la impermeabilización severa de manera seductora y empática.

Y para ello, vamos a visitar la cuenca del Ródano  y Lyon, la emblemática ciudad francesa que ve cada día como se produce su unión con el Saona, con la inquietud que supone pensar en lo que puede ocuurrir cuando esa unión se realiza en medio de la tempestad y en lo que sucede cuando lluvias menos intensas que precipitan tras un perído seco arrastran a los cauces todo tipo de detritus que encuentran en el asfalto urbano y contaminan irremediablemente las masas de agua receptoras de la escorrentía urbana.

VÍCTOR HUGO

Escribió Victor Hugo en esa maravillosa y no muy conocida epopeya que es “Los trabajadores del mar” que “el agua es dócil porque es incompresible. Se desliza bajo cualquier presión o esfuerzo. Si se la empuja por un lado, se escapa por el otro. Así es como se hace ola. En esta conversión está su libertad”.

Querer quitarle libertad al agua solo conlleva destrucción, porque la ola puede llegar a ser tsunami. Y a la naturaleza le gusta la libertad.

Impermeabilizar una cuenca es restar libertad a las aguas que por ella circulan naturalmente.

Vamos a ver qué hacen los franceses con lo que hicieron en su río hace 200 años, como les toca y les tocará hacer a otros muchos deconstructores en el mundo para devolverle la libertad a su cuenca, a su río y a sus aguas.

Es solo un pequeño ejemplo, pero la libertad duradera se consigue poco a poco, a base de pequeñas acciones acumulativas como la que ahora expondremos.

LA DECONSTRUCCIÓN DE LA CUENCA DEL RÓDANO

Hasta la Wikipedia nos informa que el Ródano es el río más caudaloso de Francia y el segundo de los  que desembocan en el Mediterráneo, después del Nilo (sin considerar los que desaguan en el mar Negro, como el Danubio y el Don). Y a su paso por la douce France cuenta con 22 centrales hidroeléctricas, 16 centrales nucleares y 19 esclusas que hacen posible la navegación fluvial a lo largo de más de 300 km de cauce. Pero la avenida milenaria se estima en 13.000 m³/s en la desembocadura (medidos 11.500 m³/s en diciembre de 2003).

¿Cuáles son los problemas más importantes de la cuenca?: la regresión de delta y de las riberas por falta de aporte de sedimentos, la contaminación y las inundaciones urbanas.

En el primer caso, el encauzamiento severo y los embalses han provocado una reducción del transporte de limos  y arenas desde hace un siglo y la casi anulación del transporte de gravas, por lo que solo el sedimento fino llega al delta. Los llamados espigones de Girardon, diseñados por el ingeniero de ese apellido para su implantación en ríos trenzados, tienen su fundamento  en la ley de 13 de mayo 1878, que prescribe las obras necesarias para “mejorar” el Ródano entre Lyon y el mar en un plazo de seis años.

La posterior ley de 5 de agosto de 1879 tiene por objeto ampliar y unificar la red fluvial francesa  y es la responsable del diseño uniforme de sus vías navegables. Como el primer diseño era muy caro, a partir de 1884 Girardon re-diseña sus famosos espigones fluviales que, con un coste menor, consiguen la estabilización del cauce, combinando obras longitudinales y transversales sumergibles, sucesiva o simultáneamente, para generar un cauce de aguas bajas integrado en uno de aguas altas más ancho que a su vez se inscribía en uno de avenidas aún más ancho.

Ello aumentaba la sedimentación fuera del cauce menor, en el que la creación de un canal de aguas bajas garantizaba una navegación fluida, permitiendo navegar durante casi todo el año y parando solo durante los 14 días de mayor estiaje, con 11 meses de navegación garantizados a carga completa . Así se generó un enorme cambio en la cuenca y en la morfología del cauce en aras del progreso y se dominó el río…hasta que caminos y luego carreteras más evolucionadas le quitaron el protagonismo a la navegación fluvial.

Para entonces, el “mal” fluvial ya estaba hecho y ahora toca repararlo, porque todo lo diseñado para aumentar la profundidad del canal navegable, así como las grandes presas y embalses, retiene una gran parte de los sedimentos en suspensión y arenas. Por su parte, los aportes de cantos rodados y gravas de los afluentes son extraídos del cauce en las graveras y así obtenemos, aquí también, un río canalizado cuyo lecho y márgenes ya no evolucionan, ni se reconstruyen.

Los gestores del río trabajan actualmente en la deconstrucción del pasado para generar un futuro diferente, mediante el desmantelamiento de los acondicionamientos «Girardon» para limitar el nivel de las crecidas, estimular el transporte de sedimentos y favorecer los ecosistemas rehabilitando los brazos muertos del Ródano, las «lônes» y sus riberas. Los retos de la deconstrucción son múltiples: reintroducir y mejorar el transporte de gravas, inundación y recuperación de los «lônes», dotar de caudal de mantenimiento a los tramos secos generados por las derivaciones de las centrales eléctricas, rehabilitación de hábitats fluviales y restauración los ejes de migración de peces. Los lônes, apartados de la dinámica fluvial por espigones y por la ausencia de caudales suficientes previamente derivados, se colmatan con arena y limos, generando la formación de masas de agua aisladas, charcas y canales cegados. Hay que limpiar su lecho y eliminar parcialmente los espigones para recuperar caudales circulantes adecuados, recreando una diversidad de hábitats típica de las llanuras aluviales. Otros brazos del lecho histórico, o «viejo Ródano» ya sólo recibían una ínfima parte de su caudal “natural”. Como agua hay, afortunadamente, en esta cuenca casi siempre, aumentar el caudal en estos tramos interrumpidos no es caro ( no exige indemnizar a los concesionarios, como ocurre en los poco caudalosos ríos españoles, por ejemplo, sino gestionar mejor las concesiones) y por ello se  ha conseguido, aumentándolos, mejorar el funcionamiento ecológico y recuperar un río «vivo y rumoroso».

Relatadas las acciones deconstructoras tendentes a restablecer la continuidad ecológica y a liberar el paso de peces en la mayor parte de la cuenca, nos queda por relatar la experiencia en el núcleo urbano de Lyon.

LYON

Lyon se ubica en la confluencia del Ródano con el Saona, es una ciudad fluvial que por ello tiene para algunos (sobre todo, tuvo), el problema de enfrentarse a una “barrera natural” para su expansión, al encontrarse el proceso urbanizador con un cauce de la importancia del del  Ródano con el añadido de su afluente el Saona.

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Para romper la barrera están los puentes, de ahí que a la primera escuela de ingenieros civiles del mundo no se llamó de “Caminos” como en España, sino que al situarse en París (1747), se llamó y aún se llama de “Ponts…et chaussées”, porque los puentes eran lo primero para comunicarse, cruzando los grandes ríos galos sin ahogarse o atascarse en el barro o sin ser arrastrados por la ola de la inundación.

Y en Lyon solo hubo uno hasta fechas bastante recientes, porque la expansión urbana era frenada por el miedo a las crecidas que cubrían el extenso espacio fluvial del Ródano y del Saona, avisando del peligro que corrían los liberticidas de sus aguas. Y el aviso fue efectivo hasta finales del siglo XVIII, cuando mediante los primeros ingenieros de “Ponts” se produce el primer encauzamiento para construir el segundo puente.

Cruzado el río por segunda vez, los terrenos de la margen izquierda ya accesibles se van urbanizando progresivamente, aunque con tiento y sin alharacas, para no molestar a las aguas libres, solo con modestas viviendas de adobe. Hasta que sin prisa pero sin pausa, dejando pasar el tiempo, pero urbanizando sin parar, se doblegan las aguas de los dos ríos, tan temibles durante siglos, mediante importantes obras de encauzamiento y de paso. Obras en la ciudad y en toda la cuenca, que consiguen obtener uno de los objetivos de la ilustración, tener toda una cuenca y en concreto dos ríos, domesticados en una ciudad extensa y moderna, una más.

La ciudad de Lyon ha sufrido a menudo inundaciones del Ródano y Saona. Las dos más importantes se produjeron en noviembre de 1840 (Saona), con la ruptura de la presa de la Tête-d’Or, que provocó en 15 días, 20 muertos y 600 casas destruidas. Y la del mes de mayo de 1856, con la ruptura del dique Vaulx en Velin, que causó enormes daños en los terrenos de la margen izquierda, con dieciocho personas que perdieron su vida

Después de esta terrible inundación se iniciaron las obras de protección y las actuaciones gestión de  inundaciones. Las primeras fueron la reconstrucción de la presa  de la Tête-d’Or, la construcción de los  canales  de Miribel y Jonage, completada en 1937 por la presa de Jons, que deriva caudales por los dos canales y por la construcción y la elevación de los muelles y los diques urbanos. Y las segundas la preservación de llanuras de inundación para laminar el caudal del río aguas arriba de la urbe, en las llanuras de Miribel-Jonage y de Bouchage.

Pero nuevas actuaciones urbanísticas se superponen porque toca facilitar el tránsito de los nuevos residentes hacia el centro urbano y viceversa y así se construye un tranvía que actualmente transita por  una red de cinco líneas y que se va expandiendo pensando también en la “desimpermeabilización”, o sea en la permeabilización de los terrenos que cruza.

Como parte de la obra de construcción del tranvía 6, que acaba de comenzar, cerca de 11,7 hectáreas de suelo serán permeabilizadas, con un presupuesto de 3,2 millones de € (incluyendo 1.5 aportados por la Agencia del agua de la cuenca). Los permeabilizadores afirman que una solución de red de drenaje subterránea habría costado el doble y lo argumentan y defienden mediante la convocatoria pública a la asistencia a debates, iniciados en el año 2015, explicando a los clientes, que son los que se mojan cuando llueve mucho, los proyectos de la Agencia del Agua para reducir la contaminación ante las primeras lluvias  y el riesgo de inundaciones. Seducción a la francesa.

También debe mencionarse la implantación integral de técnicas SUDS en la actuación urbanística del parque tecnológico Porte des Alpes en St. Priest (200 ha), cuya adopción da respuesta a los diferentes condicionantes del lugar, entre ellos la falta de una conexión “natural”  del sistema de drenaje de las aguas pluviales a un cauce cercano. De este modo, se conjugaron soluciones como cunetas verdes, zanjas filtrantes, balsas de retención y depósitos de infiltración  que constituyen la salida del sistema, sin necesidad de llegar a un cauce lejano y complicado de alcanzar. Las instalaciones están abiertas al público permitiendo el desarrollo de actividades educativas, recreativas y deportivas. El bienestar de los trabajadores del parque fue considerado durante el proceso de diseño, obteniendo como resultado un entorno agradable de trabajo. Así mismo, el recinto recibe múltiples visitas tanto de grupos escolares como de profesionales interesados en el desarrollo de estas técnicas. Seducción a la francesa.

Y esto se consigue uniendo esfuerzos y empujando en el mismo sentido, firmando a finales de noviembre el contrato  para la gestión del drenaje urbano entre la metrópoli, la Agencia del Agua de la cuenca,  con el sindicato de transporte para la región de Lyon (Sytral) y la empresa pública local Part-Dieu.

Hay que tener en cuenta que en Lyon, el 85% del sistema de drenaje sigue siendo unitario y por ello las lluvias se mezclan con las aguas residuales domésticas, con los riesgos directos de desbordamiento y vertido en los ríos o de sobrecargas en las depuradoras de todos conocidos

Por eso, desde 1995, la ciudad está dando alternativa al drenaje unitario mediante elementos de infiltración obligando a  todas las nuevas actuaciones urbanísticas en el área metropolitana a resolver «en origen» el drenaje adecuado del agua de lluvia que captan y retienen. Así se promulgó en 2015 el programa de la «ciudad permeable», que ha demostrado su eficacia, aunque aún queda mucho camino por recorrer en todo lo que  se refiere a lo que unos llaman “pedagogía” y nosotros preferimos llamar “educación emocional para la seducción”.

En 2016, el comité técnico multidisciplinario de la ciudad evaluó los costos de inversión y de operación de la gestión del drenaje urbano comparando la red separativa convencional, con los sistemas de infiltración y concluyendo que éstos son siempre más baratos, incluso a 60 años vista. Los tubos son dos veces más caros que la infiltración, hasta un 74% más caros a largo plazo.

La “desimpermeabilización” de 300 a 500 hectáreas en la zona urbana permitirá alcanzar los nuevos objetivos de drenaje en época de lluvias sin un exceso de inversión, porque las soluciones de infiltración locales protegen las masas de agua de la contaminación, inciden en la mejora de la temperatura en las islas de calor, recargan acuíferos y son más baratas que los sistemas tradicionales de canalización.

PANAMÁ

Ahora que ya ha llovido en Panamá y se ha alejado el fantasma de la sequía, los planificadores del drenaje urbano de la Alcaldía de la ciudad capital pueden empezar a dedicar tiempo  y medios para adaptar a su entorno la adopción de estos sistemas. Porque la situación actual cada vez que llueve fuerte, ya sabemos que es dantesca.  Y en Ciudad de Panamá, hiperimpermeabilizada y densa como pocas en el mundo, no será fácil. Sin embargo, ¿se imaginan lo que se podría haber hecho y lo que todavía se puede hacer aprovechando que la ciudad ha estado, está y estará siendo cruzada por tres líneas de metro, corredores viarios, cintas costeras y lo que venga?

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¿Es posible aprovechar y adaptar experiencias como la de Lyon?

Llegó el verano y la época seca, un momento ideal para pensar con los embalses llenos… y seducir. ¡A la gestión por la seducción!. Esa es la apuesta de futuro

 

Lorenzo Correa

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5 Respuestas a “De Panamá a Lyon: Víctor Hugo, la deconstrucción del Ródano y el drenaje urbano”

  1. Con lo bonita que es Lyon, no me extraña que tengan esta concepción del agua que cae sobre ella.

    En el Sur de Francia, cuando haces un proyecto, debes contabilizar el agua que cae sobre el espacio impermeabilizado por la nueva construcción y habilitar un espaciodentro del parking con el objeto de ubicar el agua recogida y poderla devolver a sus redes de forma laminada y espaciada durante los días posteriores. Esto significa que el pueblo en cuestión ha decidido que por construir tu allí, el municipio no tiene porque agrandar sus tubos de evacuación de agua -su alcantarillado- sino que tu como promotor debes articular lo que has impermeabilizado para no afectar las redes actuales. Un concepto muy interesante.

    1. Si. Tan interesante como recomendable. Pero que nadie se olvide de que también hay que contabilizar lo que cuesta la energía necesaria para sacar el agua del parking subterráneo y dejarla en un lugar y inocuo

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