Incertidumbres del futuro del agua: el Ganges y las superbacterias.


Un futuro solo se abre a las amenazas, todo lo demás son habladurías. Juan Benet, “Volverás a Región”

Es cada día más apasionante investigar y descubrir la  vida que habita nuestros ríos y conocer cómo algunos de esos habitantes pueden afectar gravemente a la salud humana. Pongamos que hablamos de superbacterias, o sea de bacterias con una salud de hierro, inmunes a casi todo, de esos microorganismos unicelulares procariontes que pueden provocar enfermedades, fermentaciones o putrefacción en los seres vivos o en las materias orgánicas. Una vez definidas, comprobamos que afectan gravemente a los seres humanos y entre ellos a los usuarios del agua, ya que alrededor de 700.000 personas al año mueren por infecciones causadas por bacterias resistentes a los medicamentos.

¿Cómo hemos llegado a esta generación de superbacterias? Volviendo al pasado. Si hasta bien entrado el siglo XX las infecciones bacterianas acababan con muchas personas, cuando se implantó el uso de antibióticos, las bacterias dejaron de ser consideradas factores de riesgo. Pero continuaron evolucionando y adaptándose para resistir a los medicamentos. Y el el uso masivo de antibióticos en granjas, la globalización y la ausencia de aliciente económico para desarrollar nuevos tratamientos, nos ha devuelto al pasado. Además, casi seis millones de personas, aún sin acceso a antibióticos, mueren en el mundo por infecciones tratables.

Por estas razones, la ONU ha instado a su Asamblea General a firmar una declaración para coordinar a los estados miembros frente a esta amenaza sanitaria, pues la resistencia a los antibióticos es ya una de las mayores amenazas para la medicina moderna. Se pretenden diseñar incentivos económicos adecuados para fomentar la innovación en los antibióticos y fomentar su uso exclusivo cuando proceda, estudiando formas de ofrecer beneficios por el desarrollo del fármaco aunque luego no se venda. También se va a limitar su uso en granjas sobre todo en su faceta destinada al engorde, pues esta práctica crea resistencias y genera superbacterias.

EL GANGES Y LAS SUPERBACTERIAS

Veamos un caso gravísimo de presencia de superbacterias que afecta al río de los ríos en India: el Ganges, trasunto de Ganga, la diosa de la purificación. El río que discurría por el cielo hasta que el rey Bhagarathi lo envió a la Tierra para lavar las cenizas de sus antepasados teniendo cuidado, al contactar con nosotros, de disipar su energía derramando sus aguas en cascada sobre la cabeza del dios Shiva desde la que, amansadas, fueron goteando sobre la Tierra desde sus ensortijados cabellos y formando un cauce de mas de 2500 km de longitud.

Los hindúes consideran a este río como una extensión de Dios y por ello su agua es tan sagrada que ningún hindú es capaz de mentir  o de engañar a nadie cuando acoge su agua en la mano, porque ella es capaz de limpiar los pecados del alma y cuando la muerte acontece, de liberarla del penoso ciclo de la reencarnación.

Es, pues, un río emoción al que acuden en peregrinación millones de creyentes en jubileo o para la cremación. Los vivos para redimirse bebiendo sus aguas o bañándose en ellas, porque saben que les purifica con su refrescante poder, ya que el poder es caliente y si es malo, se convierte en bueno a base de agua fresca.

Pero ahora, como escribió Juan Benet, el futuro se abre a las amenazas y de ellas trataremos, de la contaminación de esas aguas en las que cada año se incineran 32.000 cadáveres que dejan 300 toneladas de carne humana chamuscada flotando en su cauce. Gran paradoja, como tantas que tiene el agua: si la inmersión rompe el samsara (el ciclo de vagar) y aporta moksha (liberación eterna) y transforma la horrible muerte en un evento favorable, para los vivos esta tradición ya no es nada favorable. Así las cosas, en Benarés, la ciudad sagrada más antigua de la India y a lo largo de los márgenes de sus 3 km de cauce urbano se extienden las ghats (escaleras para descender al agua) en las que los peregrinos, ancianos y enfermos anhelan morir, para que  la Diosa Ganga libere su alma de la eterna rueda de la vida, rompiendo el interminable ciclo de nacimiento, muerte y resurrección. Agua de vida, agua de muerte… y agua infestada de superbacterias

Además de la contaminació puntual aludida en Benarés, un brazo del Ganges, el Hugli discurre durante 80 km atravesando Calcuta, la ciudad más grande de la India.

Usos y abusos del agua

Aunque 650 millones de personas carecen de agua potable en la India, el 40% de la población, los más de 500 millones de “afortunados”, se abastecen del Ganges, se bañan en él, riegan con sus aguas, consumen energía producida en sus centrales hidroléctricas y vierten en él sus residuos. El volumen de vertidos a tan sagradas aguas es tan enorme (2,7 hm³/día), que produce una transformación en extensos tramos de su cauce de los caudales circulantes que, a simple vista, empeoran su aspecto visual y emanan un hedor insoportable, debido a la presencia de metales pesados como el cromo, el mercurio y el plomo que llegan sin tratamiento ni tasa desde hospitales, plantas químicas y todo tipo de industrias ubicadas en su espacio fluvial. A ellos deben sumarse los desagradables flotantes (heces, carne humana y animal podrida y  plásticos). Sin olvidar los apreciados cueros indios, que llegan a suminitrar al mercado mundial el 13% de todo el cuero que se produce en el planeta y que salen de la poderosa industria del curtido que trabaja con sistemas de efluentes de eliminación abierta ricos en cromo para llegar a un curtido consistente. Lo malo es que esta industria utiliza mano de obra barata que vive y trabaja en deplorables condiciones higiénicas y que vierte al río 300.000 m³/día muchas veces sin tratar, no tanto por ausencia de plantas depuradoras, sino porque pocas veces pueden funcionar debido a los constantes cortes de suministro eléctrico, ya que las redes eléctricas del norte de la India tienen enormes dificultades para garantizar el suministro sin constantes cortes. Cuando no hay luz, cobre al río sin tratar.

La suma de la contaminación industrial  y la ya citada  que produce Benarés, aportando niveles de coliformes fecales y otras grandes cantidades de contaminantes a los ya cromados caudales que llegan a la ciudad, provoca que los niveles de oxígeno disuelto en el agua del río marquen siempre cero. Si recordamos que por debajo 5 mg/L, ya no viven los peces, con 0 mg/L tenemos un agua de fosa séptica.

Pero la vida se genera en cualquier circunstancia y así esta diabólica situación ha supuesto la proliferación de las superbacterias que hoy nos ocupan y de las que ya se han descubierto dos  transmitidas por el agua en Nueva Delhi, denominadas NDM-1 y NDM-4-NDM (Nueva Delhi metalo-ß-lactamasa). Desde el año 2010 en que fueron descubiertas, estas ‘super cepas’ campan a sus anchas en el agua de la capital india. Y lo peor es que se trata de una mutación que permite a numerosas bacterias zafarse de la acción de los antibióticos más comunes y eficaces y que si hasta ahora, las bacterias resistentes se habían descubierto en viajeros occidentales que se habían sometido a algún procedimiento quirúrgico en la India, al estar  presentes en varias redes de  suministro de agua en el entorno de Nueva Delhi, se aumenta la probabilidad de otras formas de contagio diferentes a la hospitalaria con el consumo de agua contaminada.

Toca pues invertir en tratamiento ( y en garantizar el suministro eléctrico) para eliminar en origen el problema, evitando que estos vertidos entren en el río. Mientras, unos 60.000 niños al año mueren en India por enfermedades infecciosas resistentes a los antibióticos. Y la prognosis es que para 2050, la resistencia a los antimicrobianos podría costar diez millones de vidas en todo el mundo al año.

Soluciones

Ante esta dramàtica situación, no sólo para los indios sino también para los, visitantes de tan fabuloso país que ya no se contagian solo en los hospitales, sino también usando agua superbacteriana,, los políticos han presentado diversas soluciones en los últimos años.

En 1985, Rajiv Gandhi, publicó el “Plan de Acción Ganges”, con un presupuesto de $ 226 millones. En 2008, el Ganges se declaró “río nacional” de la India: En 2009, el Primer Ministro Manmohan Singh anunció la “Misión Limpia el Ganges”, consiguiendo un préstamo para limpieza del Banco Mundial de 1000 millones en 5 años. Ya hemos visto el resultado: la situación no ha cesado de empeorar, a pesar de haberse invertido en limpieza casi dos mil millones de dólares

La sociedad también se ha movilizado denunciando ante los tribunales y generando el movimiento “Save Ganga, con el apoyo de varios activistas “gandhianos”. Hasta ha habido una inmolación como la de Swami Nigamananda Saraswati, cuya huelga de hambre le llevó a la muerte en el año 2011, reivindicando y consiguiendo la prohibición de actividades extractivas ilegales que contaminaban el río  o la de Baba Nagnath Yogeshwar.

El actual primer ministro, Narendra Modi ya llevaba este asunto en su programa electoral. En julio de 2014, presentó  el Proyecto de Desarrollo Integral del Ganges, denominado  “Namami Ganga”, dotado con  $ 334 millones, cuyo objetivo es conseguir un río limpio cuando se celebre el sesquicentenario del nacimiento de Gandhi, en 2019. Para ello, nombró un Ministro de Recursos de Agua, Desarrollo de ríos y Restauración del Ganges.

Hoy por hoy, poco se  sabe sobre el avance del proyecto… difícil porque exige la cooperación regional de los países de la cuenca (India, Nepal, Bangladesh y China). Consta que Alemania ha ofrecido cooperación aportando su experiencia en la restauración del Rin  y el Reino Unido, la relativa a la del Támesis. También Japón, cuya sinergia con India es cada vez mayor, e Israel, líder en desalinización y técnicas de riego. Desgraciadamente las peculiaridades del Ganges no permiten que estas experiencias sirvan de mucho.

Paralelamente, Modi ha puesto en marcha una campaña de voluntariado para acometer la restauración desde abajo con el proyecto “Ganga seva” (servicio al Ganges).

En resumen, para acabar  con los vertidos en el río y por lo tanto con las superbacterias , se han definido desde las más altas instancias gubernamentales dos líneas de trabajo, una que desarrolla los planes ministeriales y otra que cuenta con el apoyo solidario del voluntariado.

En el caso de la primera, las actividades planificadas por el Ministerio de Recursos Hídricos suponen obras de reparación, modernización y construcción de sistemas de abastecimiento y de saneamiento en todas las ciudades y pueblos que vierten actualmente al río, además de la reparación, renovación y construcción de crematorios de obra y más pequeños, a base de plataformas de madera. Se pretende también dotar de baños a todas las escuelas de India e invertir con fruición en el tratamiento de residuos con la dotación de máquinas limpiadoras de  basura que eliminen desechos sólidos flotantes,  de bio-aseos y de instalaciones tratamiento de aguas residuales por biorremediación en zonas rurales. A ello se une la cooperación internacional para intercambiar conocimientos sobre gobernanza y regulación, ciencia e innovación.

En el caso de la segunda, hay reticencias sobre si tan buena idea como es el fomento del voluntariado, no pueda verse mediatizada por injerencias políticas extremistas que en India han generado bastantes episodios de violencia comunal, asimiladas a las “geografías sagradas”  y que rechacen el progreso en aras de unas creencias muy arraigadas.

La buena noticia es que se han comenzado a dar algunos pasos desde arriba en dos direcciones. Una hacia dentro, apostando por actuaciones de peso en la limpieza del río en una zona de profundo hinduísmo y la otra que viene desde fuera, aprovechando experiencias en otras cuencas de Europa, solicitando y obteniendo préstamos internacionales e intercambiando tecnología.

Si en algún lugar las emociones del agua son profundas, es en la India. La futura convivencia de una potente actividad industrial con unas arraigadas creencias basadas en lo mítico, de la preservación del medio con la espiritualidad y del aumento de la calidad de vida sin afectar al entorno, será  la clave para definir el destino de la India en el siglo XXI. Como no puede ser de otra manera, en este destino influye poderosamente el futurodelagua

El futuro de las aguas sagradas del padre Ganges es incierto y el camino para llegar a conseguir los objetivos deseados acaba de empezar. Queda mucho por hacer para decir adiós a las superbacterias. Que la Diosa Ganga reparta suerte.

Si el futuro es un engaño de la vista, el hoy es un sobrante de la voluntad, un saldo. Juan Benet, “Volverás a Región”

Lorenzo Correa

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0 Respuestas a “Incertidumbres del futuro del agua: el Ganges y las superbacterias.”

  1. La buena noticia es que se han comenzado a dar algunos pasos desde arriba en dos direcciones… Realmente, es una buena noticia. Pero hasta que la gente y sobre todo, los gobiernos tomen conciencia de que el agua es un bien esencial para la vida , poca cosa podemos hacer. Los ríos poseen una cierta capacidad de autodepuración , pero ésta está limitada. Si a lo largo de muchos años un río ha sido utilizado como una mega cloaca sin que nadie intervenga el resultado es así de triste. Y aunque me alegra la idea de que estén empezando a dar ciertos pasos en dirección correcta y deseo que finalmente se solucione el problema de la contaminación brutal del Río Sagrado, reconozco que hay un camino largo por recorrer.

    1. Certera reflexión. Sólo me gustaría añadir que no sólo los gobiernos tienen la solución. En el Ganges hay creencias religiosas muy arraigadas, hay superpoblación que agrava el problema. Y hay necesidades que obligan a producir rapido y barato y por lo tanto, contaminando. La mejor manera de resolver un problema es conocer sus causas y asumirlas. Esto es cosa de todos. Resolverlo también. Paso a paso pero sabiendo de donde viene y a donde se quiere ir. Y para llegar al objetivo hace falta dinero eso no lo debemos nunca de olvidar porque alguien tendrá que pagarlo. La misión del gobierno es seducir al pagano…para que pague

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