El futuro del agua tiene, como todo futuro, sus luces y sus sombras. De ellas tratamos aquí. Los augurios más sombríos son los que pronostican guerras por la tenencia y disfrute de los recursos hídricos, argumentando que el efecto combinado de la superpoblación y el calentamiento global convertirá la escasez de recursos en la tea que encienda y alimente la hoguera del odio. Ya hemos escrito sobre la que se avecina en Asia Central, también sobre la que hubo y hay en Cochabamba y hoy le toca el turno de nuevo a Asia, esta vez en lo que se refiere a las cuencas que alimentan a la zona más poblada del mundo.
- ¿Dónde va el agua del Himalaya?
Para los amantes de las montañas la cordillera del Himalaya es el desideratum: sus cimas más señeras son el señuelo de todo buen escalador. Si a la orografía de la zona le superponemos las fronteras, los estrategas militares se apasionarán en este ámbito. Y si al final ( de agua hablamos aquí), incluimos la hidrografía, los seguidores de este blog comprenderán de qué vamos a hablar en esta ocasión, de un tema también apasionante para ellos. Porque las dos montañas más altas del mundo, tienen en sus divisorias fronteras internacionales: en el caso del Everest, la de Nepal y el Tíbet, y en el del K2, la de Pakistán y China.
La cordillera del Karakorum, que alberga al K2 contiene extensas superficies de glaciares (nuestras fábricas de agua) y en él nacen los tres grandes ríos sagrados: Indo, Ganges y Brahmaputra. Como cerca de ella nacen también el Mekong, el Yangtsé y el río Amarillo, ya tenemos nuestro tema bien presentado y con un título atractivo: Los seis ríos principales del Himalaya abastecen a la mitad de la población mundial. No hace falta añadir ni una palabra más al título, estamos en futurodelagua.com
- El nuevo Indo
Si bien la divisoria de la cordillera envía las aguas que van hacia el norte al Brahmaputra, el Indo se alimenta del gran glaciar de Siachen y en su curso alto, caracterizado por su aridez, sigue recibiendo agua de más de 3.500 glaciares, que nutren del doble de caudal que la suma de los del Ganges y del Brahmaputra juntos, aunque estos lo compensan por recibir lluvias monzónicas estivales en sus tramos bajos , mientras que el Indo no las recibe, por lo que sus “clientes” dependen exclusivamente del buen funcionamiento de los glaciares. Y aquí está el problema porque la nieve ya no es lo que era, ni perpetua, ni abundante, porque en la región la temperatura del aire está aumentando el doble de rápido que la media, con la consecuencia inmediata de la retirada acelerada de los glaciares en todas las grandes cordilleras.
Esto supondrá un enorme cambio del comportamiento tradicional del río, que inundará con más frecuencia la cuenca alta al carecer del efecto laminador de los glaciares en retirada y aumentará su caudal circulante, con el evidente regocijo de los usuarios….hasta que el hielo desaparezca o se reduzca drásticamente. Entonces se habrá acabado la fiesta. Si esta predicción se convierte en realidad, el país más afectado será Pakistán, pues su agricultura es enormemente dependiente del agua del Indo y porque no tendrá ayuda de los países cercanos, que bastante tendrán con resolver sus problemas. Si en China la cuarta parte de su población reside en las regiones occidentales que se abastecen de agua de deshielo en la época seca, en India, muy dependiente de la generación hidroeléctrica, las reducciones de caudal provocarán cortes de suministro eléctrico con las secuelas más evidentes pero también con el aumento de la contaminación al no funcionar las depuradoras .
La consecuencia directa de esta situación es la desbandada de la población rural hacia las grandes ciudades, hoy ya superpobladas
- El papel del agua en la disputa India – China – Pakistán
Si acabamos de hacer una prognosis de futuro nada halagüeña, el presente tampoco es tranquilizador: China está construyendo embalses en los cauces del Tíbet, India está trabajando en cientos de proyectos hidroeléctricos y embalses en la tensa región de Cachemira, lo que afecta a Pakistán, porque India controla la cuenca del Indo en Cachemira, que discurre después por Pakistán. Observamos aquí que el control del agua de China en Tíbet y el que acabamos de mencionar de India en Cachemira, es un arma estratégica de gran calibre que amenaza la estabilidad de la zona.
Atendamos al pasado: Para celebrar el nacimiento de Pakistán, que surgió tras la llamada «Partición de India» en 1947 produciendo inmediatamente una guerra indopaquistaní de seis semanas y 200.000 muertos, en abril de 1948 India interrumpió el suministro de agua desde todos sus ríos que luego discurren por el recién nacido país «hermano». En mayo se firmó un convenio para acallar sus protestas que acabó convirtiéndose, en septiembre de 1960 en el “Tratado sobre las Aguas del río Indo” (TAI), firmado por ambos países y negociado por el Banco Mundial. Otorga a India los derechos de agua exclusivos para los tres ríos orientales (el Ravi, el Sutlej y el Beas) y a Pakistán la potestad sobre los occidentales (el Indo, el Jhelum y el Chenab, aunque permite a India usar estos ríos excepto para proyectos de riego. India construyó mega-embalses en la cuenca cachemirense del Indo, Chenab y Jhelum y efectuó importantes desvíos en túnel de sus aguas que ya no llegan a Pakistán, con la supuesta intención de inutilizar sus redes de irrigación , destruir su agricultura y convertir al «país hermano» en un desierto.
La última disputa se refiere a dos centrales hidroeléctricas – Kishanganga y Ratle – que India está construyendo en el Indo, mientras que Pakistán considera que dicha construcción viola el tratado.
Así las cosas, recientemente el gobierno indio decidió abandonar unilateralmente el TAI como respuesta a los sistemáticos ataques de extremistas islámicos desde Pakistán, en especial el asalto en septiembre de 2016 a una base militar en Uri que causó la muerte a 19 soldados.
Entonces, el primer ministro Narendra Modi otorgó luz verde a nuevos proyectos de regadío en Cachemira como medida de presión para aislar a Pakistán que está realizando importantes acciones de su diplomacia sobre Cachemira, al tiempo que manifestaba su enojo por la construcción de miles de embalses por parte de China en la meseta tibetana, aguas arriba de las llanuras del Indo-Ganges.
En resumen, la postura de la diplomacia india es la de explicar que está intentando unir a las naciones asiáticas “de aguas abajo” para forzar a China a la firma de un tratado transfronterizo de reparto de caudales para contrarrestar sus políticas de masiva construcción de embalses. La revocación del TAI forma parte de esa estrategia para presionar diplomáticamente a China y firmar cuanto antes el tratado.
Si el presente pakistaní es muy preocupante, el futuro es muy negro, pues si en la década de los 50 del siglo pasado un paquistaní recibía 5000 m³/año, hoy recibe 1200 y en 2020 recibirá 800. Porque, a diferencia de India, Pakistán es altamente dependiente de la agricultura y sus redes de riego se alimentan exclusivamente de las aguas del Indo. Si su agricultura supone el 21% del PIB, los productos agrícolas suponen el 80% de las exportaciones del país, con más del 48% de la mano de obra dedicada a este sector. Por tanto, siendo un país agrario, las disputas hídricas de Pakistán con India son tan importantes como las resoluciones de la ONU sobre la cuestión de Cachemira. De hecho, ambos temas están interconectados, ya que Cachemira es el sustento para Pakistán y por eso las tres guerras entre India y Pakistán han sido motivadas por el control de Cachemira y de sus reservas hídricas.
- Intervención internacional
Una de las últimas decisiones del gobierno Obama ha sido la de intervenir en este conflicto. Hace unas semanas el Secretario de Estado de los Estados Unidos, John Kerry, llamó al Ministro de Finanzas pakistaní Ishaq Dar para negociar un arreglo amistoso de la disputa, acordando entrevistas con el embajador estadounidense en Pakistán y con el Ministerio de Hacienda. Tanto el Banco Mundial, árbitro del tratado de 1960, como la administración estadounidense temen que si este conflicto persiste, acabe definitivamente con el tratado
Por su parte, Pakistán ha pedido al Banco Mundial que nombre al presidente del tribunal de arbitraje, mientras que la India ha exigido el nombramiento de un experto neutral. Y el presidente del Banco Mundial ha respondido a los ministros de finanzas de India y Pakistán que ha decidido «paralizar» el arbitraje solicitado hasta que, como máximo a finales de enero, decidan cómo resolver la disputa.
Como el tratado requiere el nombramiento del presidente del tribunal de arbitraje y sus tres miembros dentro de los 60 días posteriores a que una parte contendiente solicite el arbitraje, si los dos países no nombran árbitros, las dos partes solicitarán la designación de la «persona» mencionada en el tratado para seleccionar al árbitro.
La expectación es máxima, sobre todo, porque antes de finales de enero, un nuevo presidente (de todos conocido), ocupará la Casa Blanca, Y porque el mes pasado, el primer ministro indio, Narendra Modi, también amenazó con actuar impidiendo que las aguas llegaran a Pakistán en su integridad, si no detiene a los terroristas. Desde Pakistán se sospecha que esta amenaza supone la certeza de que India está decidida a completar rápidamente la construcción de las dos plantas hidroeléctricas y de que está comprando tiempo para hacerlo, eternizando las conversaciones.
Por eso, Pakistán quiere un tribunal de arbitraje, en lugar de un experto neutral, porque sólo el tribunal puede tomar una decisión jurídicamente vinculante, mientras que un experto sólo puede dar una opinión técnica, dando a la India más tiempo para completar los proyectos. Las espadas están en todo lo alto y el Indo, en el punto de mira.
Cuando no hay nieve en las montañas, cuando el hielo se funde, cuando los glaciares retroceden hasta desaparecer, las cosas comienzan a complicarse hasta extremos inverosímiles. Cada vez es más evidente que el futuro del agua augura un escenario de tensiones en el que las guerras del agua podrían tener un gran protagonismo. Ojalá que estas previsiones no se cumplan, aunque tienen toda la pinta de hacerlo, también en la zona más poblada del planeta.
Lorenzo Correa
¡ Síguenos en las redes sociales !
¿Te interesa la gestión del agua desde la perspectiva del coaching?
Envía un correo a contacto@futurodelagua.com para más información sobre la participación de Lorenzo Correa en charlas, conferencias, formaciones o debates a nivel internacional.
Un recurso común como el agua debe ser conservado para las necesidades comunes de la humanidad y la civilización.
Recientemente celebramos un curso sobre Agua como recurso para la cooperación o para el conflicto (experiencias Chile y España) en la Universidad de Concepción (Chile) y en breve lo repetimos en España. Adjunto enlace del mismo para los que estén interesados en este tema crucial:
https://cursosdeverano.unia.es/item/agua-sostenibilidad-y-mediacion-un-recurso-entre-el-conflicto-y-la-cooperacion-internacional.html
Gracias por su análisis sobre India, Paquistán y Cachemira.